Gracias, Cuba
2 julio 2015. Cubadebate Por Koldo Campos
Dedicado a Mey.
Y
sí, Fidel es una de las más luminosas referencias
de la historia, de las más dignas, como es Cuba un ejemplo, un gigantesco
ejemplo de un pueblo diminuto, de una isla flotando en el Caribe en las mismas
narices del Imperio. Y saberlo y decirlo es para mí, también, una manera
de agradecérselo.
Nadie en este
manicomio en que han convertido al mundo quienes dictan su destino, disfruta de
la cordura de Cuba, de su sensatez y de su juicio, de su capacidad de lucha, de
su vergüenza.
Y todo ello cuando aún
sin haber terminado de nacer, ya caían sobre ella agresiones, calumnias,
sabotajes, pestes, invasiones… Y también el embargo, el aislamiento, el
bloqueo… Y también la necesidad de transformar, solo con el empeño, aquel
Casino-Hotel Club en un país, después de haber sido, en mala hora, descubierta,
convertida a la fe y a la colonia y condenada al monocultivo de un azúcar amargo.
Y Cuba, sin más ayuda
que el comercio que durante algunos años tuvo con la URSS en mejores
condiciones que la usura habitual del llamado mundo libre, reciclando,
reutilizando, apelando al ingenio, cuidando lo que había, cuando andar en Cuba
en bicicleta era mofa habitual de quienes han arruinado el planeta y hoy hasta
es impresentable una gran capital que se tenga por modelo y no estimule el uso
de las dos ruedas sin motor, sin combustible, sin humos, sin ruidos, así es que
sigue Cuba.
Apenas ha pasado poco
más de medio siglo sin que se desarmaran contra Cuba ni amenazas ni agresiones
y, cualquiera que sea honesto convendrá conmigo, en que bastaría cotejar la
sociedad cubana con el resto de islas caribeñas después de más de un siglo de
progreso y desarrollo capitalista en ellas, para apreciar la diferencia.
Todavía mueren en Cuba
recién nacidos, pero en mucha menor medida que en cualquier otro país
americano, incluyendo Estados Unidos. Y es verdad, sí, es verdad, muchos
edificios en La Habana, para no hablar de Santiago, necesitan capas de pintura
para sus fachadas, pero cuando llega la noche no hay indigentes en las calles
cubanas buscando un portal donde pasar la noche, como tampoco hay una niña sin
escuela o un niño sin atención médica.
A diferencia de la
democracia mexicana, en Cuba estudiar magisterio y ejercerlo no cuesta la vida;
ni el periodismo, como en Honduras, provoca la muerte; ni el sindicalismo mata
como en Colombia. En Cuba no se muere de colesterol ni de hambre. En Cuba las
artes, la danza, la pintura, no son malas palabras y el teatro tampoco un
acertijo. La cultura respira, aunque a veces haya que procurársela asistida.
Cuba nunca es noticia
porque sus estudiantes protagonicen matanzas en las escuelas o porque
perturbados que siempre actúan solos y al servicio de nadie le pongan la nota
de sangre al día. En Cuba no se tortura ni se practica ninguno de los tantos
eufemismos y proporciones al uso en Europa y los Estados Unidos, ni aparecen
fosas comunes con cientos de cadáveres, ni sería concebible Guantánamo. Tampoco
sus policías semejan fantasmas cubiertos de escafandras y armados de armas
largas, de perros y caballos. Hasta me atrevería a asegurar que en Cuba la
policía parece gente, ni siquiera llevan pistola.
Durante todos estos
años en Cuba se ha ido minando, se sigue en ello, la xenofobia, el racismo, el
machismo, todos las ancestrales mentiras que nos impiden reconocernos como
iguales, y en todas esas luchas de largo recorrido los progresos de Cuba son
notables. Las comparaciones también ayudarían a entenderlo.
Y,
a pesar de las limitaciones, de sus pocos recursos, Cuba ha impulsado proyectos
tan hermosos, (casi iba a decir “cristianos”) como una universidad de
medicina en
la que formar gratuitamente a miles de estudiantes latinoamericanos sin
recursos, y escuelas de arte, de cine, gestionadas con los mismos fines. Y ha
tenido arrestos para hacerse presente en África respaldando los legítimos
sueños de pueblos sojuzgados por regímenes racistas o combatiendo
el Ébola,
o enseñando a leer en muchas patrias americanas, contribuyendo a la salud de
pueblos vecinos.
Y ahí sigue
trabajando, estudiando, investigando, haciendo importantes aportes a la salud y
educación del mundo y, sobre todo, a los conceptos más imprescindibles para la
humanidad: la solidaridad por ejemplo. Cuba ha contribuido más que nadie, lo
sigue haciendo, al cuidado de miles de niñas y niños afectados en Chernobil. En
el Sahara, aquella colonia que el Estado español vendió a Marruecos con todo y
su gente a pesar de haber empeñado su palabra y su compromiso con Naciones
Unidas de dejar la República Árabe Saharaui en manos de sus ciudadanos, pues
hay miles de saharauis que son conocidos popularmente como “los cubanos”,
porque fue en Cuba que pudieron crecer, vivir y formarse como profesionales. Es
más el castellano de esos saharauis que estudiaron en Cuba que el que
sobrevivió a la colonia y la traición española.
Buena
parte del sistema
de salud de Haití ha estado en manos cubanas mientras el pueblo haitiano espera que
le llegue la ayuda económica prometida de la “comunidad internacional”. La
misma que ayer estranguló a Haití y que hoy extorsiona a Grecia.
Y si, también es
verdad, Fidel dijo una vez que no se hace un paraíso en la falda de un volcán.
Yo, más prosaico, agregaría que alguna vez se rompe un plato, pero que lo sepan
los necios a los que cantara Silvio, yo no voy de una fábula a llorar un
responso, ni acepto un desenlace por una controversia, ni voy por un pecado a
ignorar el Infierno, ni por un desatino transijo una condena, que un funeral
descargue de culpa al cementerio o que una discrepancia culmine en anatema. Yo
no voy de una lágrima a invitar a un sepelio, ni intercambio aspavientos por
pagados aplausos ni divinos naufragios por humanas tormentas. No voy de un
eslabón a hacer una cadena ni me duele una cruz más que sangra un calvario, ni
un rescoldo me inquieta como alarma un incendio o me aflige una cuenta tanto
como un rosario y un disparo me aturde más que un parte de guerra.
En fin que, gracias
Cuba. Te debo mis mejores sueños.
2 julio 2015 Por Koldo Campos. de
Cubadebate
Cuba marca el camino en la lucha contra el VIH/sida
2
julio 2015 | Cubadebate
Por Kanya D´Almeida.
Se calcula que en 2013 nacieron 240.000 niños y niñas con el
virus de inmunodeficiencia humana (VIH),
un dato mucho más alentador que el de 2009, cuando 400.000 bebés dieron
positivo a la infección, pero sigue lejos de la meta de 40.000 nacidos
seropositivos para 2015.
A contracorriente de la tendencia mundial, una pequeña nación
insular dio pasos enormes hacia el cumplimiento de la meta para este año. Ese
país es Cuba, donde en 2013 se registraron solo dos bebés nacidos con VIH, el
virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
El martes 30, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
validó a Cuba como el primer país del planeta en eliminar la transmisión de
madre a hijo del VIH/sida y la sífilis.
“Esta es una celebración para Cuba y una
celebración para los niños y familias de todo el mundo”, declaró el director
ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida
(Onusida), Michel Sidibé.
“Esto demuestra que
acabar con la epidemia del sida es posible, y esperamos que Cuba sea el primero
de muchos países que… busquen la validación por haber acabado sus epidemias
entre los niños”, añadió.
Cada año se embarazan
más de 1,4 millones de mujeres que viven con el VIH. Sin el tratamiento
adecuado, tienen entre 15 y 45 por ciento de probabilidades de transmitir el
virus a sus hijos durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Pero si la madre y el
niño o niña reciben el tratamiento antirretroviral adecuado, el riesgo de
transmisión desciende a apenas uno por ciento.
Desde 2010, la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la OMS en
América, colabora con sus socios en Cuba y otros Estados de la región para
aplicar un programa integral que erradique la transmisión madre a hijo del VIH
y la sífilis.
Este proceso supuso la
mejora del acceso temprano a la atención prenatal, exámenes para las
embarazadas y sus parejas, partos por cesárea y la sustitución de la lactancia
materna.
Estos servicios se
prestaron dentro del marco más amplio del acceso equitativo y universal a la
salud, en el que la salud materna e infantil se integra con programas de lucha
contra las enfermedades de transmisión sexual.
“El éxito de Cuba
demuestra que el acceso universal a la salud y la cobertura universal sanitaria
son factibles y, de hecho, son la clave del éxito, incluso ante desafíos
abrumadores como el VIH”, declaró la directora de la OPS, Carissa Etienne, el
30 de junio.
“El logro de hoy de Cuba
brinda inspiración para que otros países avancen hacia la eliminación de la
transmisión de madre a hijo del VIH y de la sífilis”, añadió.
La OMS y sus asociados
publicaron por primera vez en 2014 las pautas generales que rigen los procesos
y criterios para la validación de la eliminación de la transmisión de madre a
hijo.
Dado que es imposible
que el tratamiento y la prevención tengan 100 por ciento de eficacia, la
“eliminación” se define como “una reducción de la transmisión a un nivel tan
bajo que ya no constituye un problema de salud pública”, según la OPS.
En marzo de este año un
grupo de expertos sanitarios de 10 países visitó Cuba para evaluar su progreso
en el cumplimiento de la meta de eliminación. El quipo pasó cinco días
recorriendo centros de salud, laboratorios e instituciones gubernamentales y
entrevistando a expertos y demás personas relacionadas con la temática.
La misión, que incluyó a
expertos de Argentina, Japón y Zambia, tomó en cuenta varios indicadores, todos
los cuales deben cumplirse durante al menos un año, como la confirmación de que
las nuevas infecciones de niños como consecuencia de las transmisiones de madre
a hijo sean inferiores a 50 casos por cada 100.000 nacidos vivos.
Otros indicadores, que
deben cumplirse durante al menos dos años a fin de recibir la validación,
incluyen la verificación de que más de 95 por ciento de las mujeres con VIH
conozcan su estado y reciban al menos una visita prenatal y medicamentos
antirretrovirales.
“La eliminación de la
transmisión de un virus es uno de los mayores logros posibles de la salud
pública”, destacó la directora general de la OMS, Margaret Chan, el 30 de
junio.
“Esta es una victoria
importante en nuestra larga lucha contra el VIH y las infecciones de
transmisión sexual, y un paso importante para tener una generación libre del
sida”, añadió.
Según el informe
correspondiente al Día Mundial del Sida 2014, en 2013 había 35 millones de
personas que viven con VIH/sida.
Desde el inicio de la
epidemia en la década de 1980, 39 millones de personas murieron a raíz de
enfermedades relacionadas con el sida y cerca de 78 millones se infectaron con
el VIH.
Gracias a la
perseverancia de los esfuerzos locales e internacionales en la lucha contra la
epidemia, la mortandad descendió considerablemente en el último decenio, de 2,4
millones de muertes en 2005 a 1,5 millones en 2013, equivalente a una caída de
35 por ciento.
Las infecciones nuevas
también disminuyeron 38 por ciento desde 2001, de 3,4 millones a 2,1 millones
en 2013.
En la población
infantil, las infecciones nuevas bajaron de 580.000 en 2001 a 240.000 en 2013.
Si más países siguen el
ejemplo de Cuba, la comunidad internacional estará más cerca de cumplir su
objetivo para 2015, así como de la meta definitiva de la erradicación del sida.
(Tomado de IPS)