Calle Virgen de Orito, 6, 03009 ALICANTE
Teléfono: 965 18 55 18 y 622504960
e-mail: cuba.m.h.ali@gmail.com

ANA BELÉN MONTES EN LIBERTAD

10 DE ENERO DE 2023 
 


 Ana Belén Montes es una estadounidense, nacida en 1957 en una base militar norteamericana en Alemania, donde su padre ejercía de psiquiatra. Se graduó en Relaciones Internacionales en 1979, en la Universidad de Virginia, y en 1988 obtuvo el Máster en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

Ocupó el cargo de Analista Superior de Inteligencia en la DIA, principal órgano de inteligencia militar de los EE. UU. A partir de septiembre de 1985 comenzó a trabajar como analista de información en la DIA y en 1992 ocupó un puesto en el Pentágono, donde se especializó en asuntos cubanos. Por sus conocimientos militares de la isla, sus colegas la llamaban la “Reina de Cuba”.

       Fue arrestada por el FBI el 21 septiembre de 2001, acusada de “conspiración por cometer espionaje” a favor del Gobierno Cubano. El 16 de octubre del 2002, en un juicio sumarísimo, fue condenada por el delito de entregar a Cuba informaciones que permitían al Gobierno Cubano conocer los planes de agresión de Estados Unidos contra Cuba. Fue sentenciada a 25 años de prisión que ha cumplido en una prisión militar de alta seguridad para enfermos mentales en condiciones de aislamiento inhumanas.

Tras pasar 22 años en prisión ha sido puesta en libertad el 6 de Enero de 2023.

         Ella arriesgó su futuro y su propia vida por prevenir a Cuba de los planes agresivos del Gobierno de los Estados Unidos y persuadir a éste de que Cuba no era un peligro para su seguridad nacional.

         Ana Belén actuó en conciencia. Por esa información que enviaba a Cuba, nunca recibió pago alguno, ni pasó datos que pusiesen en peligro la seguridad de EE.UU

         Durante el juicio, ante un tribunal federal de Washington, declaró con suma valentía:

“Honorable, yo me involucré en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada a ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político.

Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia. Yo no entiendo cómo nosotros continuamos tratando de dictar cómo Cuba debe seleccionar sus líderes, quiénes no deben ser sus dirigentes y qué leyes son las más adecuadas para dicha nación. ¿Por qué no les dejamos decidir la forma en que desean conducir sus asuntos internos, como Estados Unidos ha estado haciendo durante más de dos siglos?

Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.

      Hoy vemos más claro que nunca que la intolerancia y el odio –por individuos o gobiernos– lo único que disemina es dolor y sufrimiento. Yo espero que Estados Unidos desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación quiere ser tratada con dignidad y no con desprecio…”

Nada más salir de la cárcel ha dado una muestra más de la firmeza de sus convicciones que no se han debilitado a pesar del sufrimiento de estos 20 años pues, en el comunicado que ha hecho público ha expresado, entre otras cosas: “¿Quién en los últimos 60 años ha preguntado al pueblo cubano si ellos quieren que los Estados Unidos les imponga un embargo asfixiante que los hace sufrir?”

Deseamos que ahora descanse y disfrute de su libertad bien merecida. 

¡Gracias por tu sacrificio y por tu apoyo al pueblo cubano!